Por suerte en aquel momento
venía coloriando el alba
y yo dije: "Si me salva
la Virgen en este apuro,
en adelante le juro
ser mas gueno que una malva"

Tal vez en el corazón
le tocó un Santo Bendito
a un gaucho que pegó el grito
y dijo: "Cruz no consiente
que se cometa el delito
de matar ansí un valiente!"