Solo el albitrio del hombre
puede ayudarlo a salvar;
no hay auxilio que esperar,
solo de Dios hay amparo;
en el desierto es muy raro
que uno se pueda escapar.
Despues de mucho sufrir
tan peligrosa inquietú
alcanzamos con salú
a divisar una sierra,
y al fin pisamos la tierra
en donde crece el Ombú.